Hay siempre que agradecer por todas las experiencias que nos  permiten crecer y experimentar la vida. Por esa razón reproduciré una bella oración budista de agradecimiento que espero les  haga reflexionar y agrade:
“Agradezco a aquellos que han herido o me han dañado porque han reforzado mi determinación.
Agradezco a aquellos que me han contradicho porque han profundizado mi conocimiento.
Agradezco a quienes me han golpeado, porque han reducido mis obstáculos kármicos.
Agradezco a quienes me han abandonado, porque ellos me han enseñado a ser independiente.
Agradezco a los que me han hecho tropezar, porque han fortalecido mi capacidad.
Agradezco a los que me han denunciado, porque han aumentado mi sabiduría y concentración.
Agradezco a quienes me han hecho firme y decidido, porque han ayudado a acercarme a mis logros.
Lo siento por las memorias de dolor que comparto contigo.”
         Y en verdad no  sé si tal oración la podrá reflexionar o leer  el derrotado calderonista, Ernesto Cordero o que le sirva a un “triunfador” Gustavo Madero. La realidad es que desde hace tiempo la política se ha convertido en un negocio donde lo que se buscan son los puestos y los presupuestos y poder estar, no en el cuidado de los derechos y garantías de los ciudadanos, sino en las oportunidades de los grandes negocios, utilizando los recursos y bienes públicos, para hacer grandes negocios privados. Se acabaron las ideologías de tal suerte que un calderonista acepta compartir el triunfo de la elección protegida por el propio gobierno y los gobernadores panistas y priistas que le dieron el triunfo a Don Gustavo, cuya reelección, cuando menos, contradice el famoso lema de su pariente, Don Francisco, sobre:  EL SUFRAGIO EFECTIVO, NO REELECCIÓN.
         PERO DESDE hace mucho tiempo sabemos que los principios y las convicciones están manipuladas por los grandes negocios y se habla de que los principios y las ideas son cosa del pasado y que solamente sirven para dejar en claro lo que no está en la modernización y comentan que ,los que aun gozan o tienen y ejercen los principios y las convicciones, son viejitos que se quedaron en los sesentas y setentas, cuando tenían sueños y sufrieron las peores represiones a nivel nacional y mundial y, bueno, así aprendió el mismo poder a manipular, cooptar y afiliar a muchos de ellos, con el cuento de la modernización democrática y por esa misma razón, ahora, vemos la convivencia, las complicidades y sociedades de los grupos dizque de izquierda o derecha con los que sostienen el poder, y hacen, de tal alianza, la Verdadera Delincuencia Organizada a nivel nacional.
         Y para que nadie dude de que las mafias son reales, estamos viendo los escándalos generados por el famoso Zar de los Casino, el “señor Rojas” o los “hermanos Rojas”, cuando todos sabemos que con los contratos y concesiones otorgadas por el panismo, alcanzó, en pocos años, el poder suficiente para generar por este camino una de las fortunas más grandes ya que, según investigaciones de los grupos financieros que conocen del asunto, este  financiero de panistas y perredistas en las contiendas políticas, además de acumular un enorme poder por sus sociedades, financiamientos y complicidades con los grupos políticos de la “oposición”, lograba, diariamente, una acumulación de ganancia de VEINTE MILLONES DIARIOS, es decir se solamente contabilizáramos los 365 días del año en ese promedio vemos que por año este Zar casinero y cocinero de las alianzas del narco poder en el país alcanzaba, anualmente, una fortuna acumulada de 7 mil 300 millones al año, y con ese poder, ya nos podemos imaginar que tiene a su servicio a Senadores panistas, diputados panistas y perredistas y, sobre todo, a la famosa alcaldesa de Monterrey que de pronto se descubría, gracias a los enormes recursos invertidos desde la mafia de Rojas, en una peligrosa contendiente a la gubernatura de Nuevo león y es que hoy, ya sabemos, no necesitas convicciones ni moral, necesitas dinero, mucho dinero para comprar voluntades que te lleven y sostengan en el poder político para alentar y proteger el inmenso poder económico de los mafiosos en el país.