Ha sido motivo de estímulo para los mexicanos la respuesta que dio el Presidente Enrique Peña Nieto al mensaje del Presidente de los Estados Unidos de America Donald Trump respecto a la decisión de enviar a la guardia nacional a la frontera con México, con el pretexto de salvaguardar la seguridad de su país  en cuanto al ingreso de indocumentados, droga y todos los males que día a día se le ocurren a ese mandatario en los momentos en que una caravana de centroamericanos se dirige a esa frontera.   

Me parece que al margen de una opinión pública nacional molesta, inmersa en un proceso de elección de presidente de la república y miembros del congreso de la unión que tendrán a su cargo delinear y ejecutar las políticas publicas durante seis años para recomponer el esquema institucional del Estado Mexicano y recuperar la confianza ciudadana, el mensaje del presidente Trump y la réplica del Presidente Enrique Peña Nieto son actos saludables que incentivaron  la unidad nacional en defensa de sus instituciones, la cual  en estos últimos seis años presentaba signos de justificada irritación y honda fractura. 

Ha sido primordial para alcanzar este objetivo lo expuesto por el Presidente Peña en el sentido de que, como responsable de la política exterior, consolide ante la opinión pública doméstica y extranjera, los principios que identifican históricamente a nuestro país, como lo es la salvaguarda del interés nacional, la soberanía que le queda ante un sistema globalizado y la dignidad de los mexicanos, poniendo énfasis en que, en ello descansa una visión constructiva para enfrentar retos comunes y alcanzar acuerdos con los Estados Unidos. 

Resulta interesante el mensaje del presidente Enrique Peña Nieto, porque su expresión oportuna, rigurosa y consistente satisfizo una inquietud del pueblo en el tema de la política exterior entendida como “el conjunto de las decisiones públicas que toma el gobierno de un Estado en función de los intereses nacionales y en relación con los demás actores del sistema internacional de un país.” Como tal es versátil y debe responder, como esta ocurriendo, a las aspiraciones de paz, seguridad y necesidades de desarrollo político, económico y social de México que hoy refleja sus efectos de refutación unificada de los diversos sectores alrededor de los principios expuestos en el mensaje presidencial. 

Vemos en las palabras del presidente Peña, como conjuga los contenidos teóricos de la política exterior con la interior que enlazan en la realidad global internacional en que transita nuestro país con los aspectos que tienen que ver con el bienestar del pueblo mexicano, cuando afirma: “Los esfuerzos del Gobierno de México se han dirigido a construir una relación institucional, de respeto mutuo y beneficio para ambas naciones. Por eso, hemos avanzado en las negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, con el objetivo de mejorar la competitividad de la región y crear en ella más y mejores empleos.”

Después el presidente Peña hace un recuento de las acciones que ha desarrollado en los diversos rubros de la relación con los Estados Unidos en lo que toca al TLC, el crimen organizado, los derechos de los mexicanos que viven y trabajan en ese país, con la finalidad “de mantener una visión constructiva y abierta, que nos permitiera superar diferencias, enfrentar retos comunes y alcanzar acuerdos.” 

La refutación del Estado Mexicano en voz de su representante, el presidente Enrique Peña Nieto, es severa al rechazar las amenazas y expresiones descorteses que, en todo caso señala, debe hacer el presidente Trump a las instituciones de los Estados Unidos y que de manera  concreta sintetiza: “Si sus recientes declaraciones derivan de una frustración por asuntos de política interna, de sus leyes o de su Congreso, diríjase a ellos, no a los mexicanos. No vamos a permitir que la retórica negativa defina nuestras acciones. Sólo actuaremos en el mejor interés de los mexicanos.” 

La parte relevante para los mexicanos es aquella en que el presidente Enrique Peña sintetiza lo que es una realidad que ha permeado la historia del pueblo misma que, frente a las diferencias acentuadas en este siglo XXI, profundizadas por un proceso de elección de gran tamaño en todo el país, resume en las siguientes frases que vale la pena reproducir porque describe un valor nacional que no se cotiza en ninguna bolsa de valores, la unidad nacional. 

El presidente peña destaca: ““Los mexicanos podemos tener diferencias entre nosotros, y más aún en tiempos de elecciones, pero estaremos siempre unidos en la defensa de la dignidad y la soberanía de nuestro país. Por ello, ante los últimos acontecimientos, el Senado de la República, de manera unánime, condenó ayer las expresiones ofensivas e infundadas sobre los mexicanos, y demandó el trato de respeto que exige una relación entre países vecinos, socios y aliados. “Como dijo Ricardo Anaya: éste es un momento de unidad nacional. No es un tema de campañas. Es un tema de país. “Andrés Manuel López Obrador apuntó que necesitamos una relación de amistad y cooperación para el desarrollo. No el uso de la fuerza. No muros. No apostar a una mala vecindad. “José Antonio Meade señaló que es momento para que todos nos unamos en la defensa de la soberanía y la dignidad de la Nación. “Y Margarita Zavala dijo que, a la hora de defender la dignidad nacional, todos hablamos con una sola voz y exigimos respeto”.

Desde luego en mi opinión el mensaje presidencial, además, de congruente y oportuno excitó la unidad nacional en lo interior y, al mismo tiempo, mostró al exterior que sus principios de soberanía, dignidad e interés nacionales si bien han sido adecuados al entorno internacional, siguen vigentes en su esencia: preservar la identidad del pueblo mexicano y sus valores como nación organizada,  

Hoy se hace presente en las palabras del presidente Peña Nieto la frase del Benemérito Don Benito Juárez que con visión de futuro señaló que “Entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz ”. 

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