Congruencia señor Gobernador

  • Carlos Noé Sánchez Rodríguez

El pasado miércoles 22 de Febrero, se efectuó un Foro de Participación Ciudadana en donde estuvo el señor gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez y otros distinguidos politólogos expertos en el tema, según relata la prensa, ahí mismo declaro enfáticamente que “exhortaba a los sectores a dejar atrás agendas particulares y electorales pues solamente así la participación ciudadana en la planeación y diseño de políticas que implemente la administración pública será efectiva”, expreso también que “hay actores que se disfrazan de participación ciudadana que solo los benefician a ellos de forma egoísta”. Muy bien por esas alocuciones, pero nunca dijo cuáles eran los mecanismos para la participación ciudadana, ni tampoco dijo que la democracia moderna implica necesariamente que el Estado es la mejor herramienta para responder a todas las necesidades, carencias, deseos, ambiciones, propósitos, metas, etcétera, del ciudadano común y corriente, por lo que éste no necesita otro derecho que el de elegir cuidadosa y democráticamente a quienes habrán de gobernarlo. Para que el Estado pueda cumplir su difícil y compleja tarea le es indispensable el monopolio de toda acción política que incida en la vida, la libertad y el bienestar del ciudadano, y también el monopolio del manejo del tesoro público, de la fuerza física (armada y sin armas), del derecho a calificar de modo inapelable el comportamiento del ciudadano y de repartir premios y castigos según el caso, para la cual debe tener el dominio pleno de todo el aparato de justicia y represivo, incluidas las cárceles (ACM), es decir, la existencia del estado niega la participación de las masas en la vida pública y eso lo sabe bien, por eso habla que no hará caso a las agendas particulares, únicas que se podrían expresar por los ciudadanos comunes y corrientes.

Lo que el gobernador quiere es que haya propuestas generales, a sabiendas que no se puede dar por el simple hecho que la sociedad está dividida en varios sectores económicos, en donde es evidente que lo que les conviene a unos, a otros los afecta, y si se ve con más claridad, el Estado está de parte de la clase poderosa, y los desposeídos que somos la inmensa mayoría tenemos por fuerza que crear una defensa eficaz en contra de los abusos. Es decir la participación ciudadana solo se logrará cuando el pueblo pobre sea representado por las organizaciones y no electorales, sino conscientes de su situación social, económica y política, como las exigencias desmedidas y la presión política, económica y legal de ese poder inevitable que es el gobierno. Por tanto el estado no puede autocontrolarse  ni puede poner coto a sus excesos, es decir la democratización no puede venir de arriba como lo intentan hacer los politólogos y algunos gobernantes como el nuestro, y por lo tanto es demagogia, el pueblo pobre por lo tanto tiene que crear su propia defensa y oponerse a la política del estado cuando esta es lesiva, y para ello tiene que crear organizaciones consientes y capaces de aportar soluciones al estado como lo propone el gobernador.

Pero el problema de la incongruencia de nuestro ejecutivo está en que no reconoce a las organizaciones, sobre todo las de los desposeídos, les llama clientelares, egoístas y con propósitos particulares, y como prueba basta un botón, ahí están plantados frente al Palacio de Gobierno la organización de los estudiantes pobres de la FNERRR, que solo piden dialogo abierto y claro con las autoridades para exponerle sus ideas sus intereses y su posible solución, y ¿cuál es la respuesta del Estado? el autismo, el desprecio y la inquina, haciéndole más caso a las intrigas de los burócratas de la SEP que a todas luces tiene sumida a la educación en una crisis, y si no, ahí están los resultados, mala calidad académica, deserción escolar, maestros burocratizados, etc., que ya exprese en mi participación anterior, mientras los jóvenes estudiantes abandonados por muchos años por falta de escuelas solo proponen que se les atienda, y como respuesta  les dicen es  que persiguen intereses particulares (¿?), o lo que es lo mismo pedir escuelas es privilegio para unos cuantos según el gobernador. 
          
 Por eso, en la coyuntura actual del país, la tarea verdaderamente progresista y revolucionaria consiste en llamar al pueblo y a los estudiantes una y otra vez, sin descanso, predicando con la palabra y con el ejemplo, a organizarse, a unir fuerzas con sus iguales, para la defensa de su vida y de sus intereses. Bien entendido, además, de que la organización profunda y consciente de las masas, es, ha sido y será siempre, el primer paso en serio para hacer girar, una vuelta más, la rueda y crear una real y verdadera participación ciudadana, que desplace a la simulación que ejecuta el gobierno actual.