¡Que conste, ...son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

      SIN DUDA, cuando uno tiene la oportunidad de platicar y platicar cosas serias con un político de “carrera”, de esos que desde jovencitos se les veía repartir propaganda, distribuirla, ir de casa en casa, organizar reuniones, mítines, de esos que no andaban buscando los títulos pomposos del doctorado olvidando que: “lo doctor no quieta lo pendejo”, egresado de tal o cual universidad de Estados Unidos o de Europa, que efectivamente salieron desde la calle a los puestos más importantes de un partido político, que no se improvisaron sino que ganaron cada peldaño con su eficiencia y no con las transas y recomendaciones de los amigos de los amigos en la dirección nacional, se puede entender que hay una enorme distancia entre los yupis de la política y los políticos de verdad, de esos que ven lo que ocurre hoy con seriedad, sin hacerse “chaquetas mentales” ni “ilusiones”, sin contarse mentiras. Así, puedo asegurarles, es Fidel Herrera Beltrán, llega a un estado donde la miseria económica es tan grande como la miseria política de los que ejercen esa actividad, donde los intereses bastardos están a flor de piel, donde los enredos son constantes y las traiciones son brutales, en fin, no es sencillo llegar a un estado de y con “crisis”, que a un estado donde las cosas fluyen con seriedad, con honestidad y claridad políticas, donde los militantes son claros y no están pensando en el que el día de mañana, se venderán al mejor postor o se irán al otro lado, en el más amplio sentido de la palabra y no solamente chaqueteará, sino que, también, dejara muchos puñales por las espaldas. Así que cuando a uno le dan la confianza para cambiar las situaciones en un “estado de crisis” y con crisis, como en el que se vive en Oaxaca, si no se pone uno las pilas y toma en serio la política y se planea y se activa, lo más seguro es que ese estado , será la tumba para cualquier político. Así que, Fidel Herrera Beltrán, tiene la encomienda de revivir un partido que olía a muerto con dirigentes sin confianza y sin manejo, desprestigiados, oliendo como las flores de cempasúchil y tendrá que demostrar sus dotes para revivir un partido y colocarlo, nuevamente, en la posición que le fuera arrebatada desde hace años por las ambiciones, las pugnas internas, la voracidad, las corruptelas, y los grandes intereses que hicieron de la política en Oaxaca un gran negocio, y de los políticos, un cero a la izquierda. Donde el oportunismo se mescló con los intereses y las ventas y así, en vez de tener un partido, dejaron una tumba abierta y un fetreo maloliente y apolillado. En tales condiciones se verá el talento y la experiencia de Fidel Herrera que llega a Oaxaca como un operador directo del presidente de su partido y del presidente de México, que busca apoyar y ayudar a los oaxaqueños marginados y empobrecidos, no porque la entidad lo sea, sino por la ineficiencia, las corruptelas y la voracidad de sus dirigentes políticos en todos los partidos.
         Desde hace años, se requería un político que tuviera la experiencia y el valor de colocar a los priistas en su lugar, sin hacerle al Tío Lolo, sin permitir los chantajes y las vendettas, sin dejar que las emociones superaran a los análisis y decisiones, por ello, cuando llega Fidel Herrera Beltrán, llega con apoyos pero, también, llega con la convicción de que todas las corrientes son buenas y que hay que ponerlas a trabajar en su sitio, con un sentido de equipo e integrado no como lo venían haciendo copiando los viejos esquemas de los caciques y de la operación y control de sus centros de poder, no importando que en esa acción le dieran en la torre a su propio partido, muchos actuando visceralmente y enganchados en los chismes, generaban vendettas que solamente dejaban descrédito y mierda en todos los sitios y eran aprovechadas por los enemigos políticos de ese grupo, de tal suerte que podríamos decir con seguridad que, Gabino, no llegó al poder por su fuerza, sino por la debilidad del partido que manejaba y controlaba la entidad, por la ambición y los golpes bajos que se dieron sus militantes, sus políticos, con el fin de mostrar quién tenía mayor fuerza o quién maniobraba más para romperle la crisma a su enemigo, no importa que este estuviera del mismo lado, un fuego amigo perverso que dejó el campo libre para que llegaran los “buenos” que han terminado muy mal y demostrado que son ineficientes, oportunistas, voraces, perversos y ambiciosos,  donde la corrupción es su común denominador y que la política solamente les interesa en función de lo que pueden ganar y obtener para sus bolsillos y riquezas. Oaxaca, como hoy se vive en ella, solamente es  un gran botín para enriquecer a un selecto grupo de políticos que todos conocemos y despreciamos…, Así que, Fidel Herrera, se sacó la rifa del Tigre y, con seguridad, entregará buenas cuentas; hacen falta para Oaxaca y los oaxaqueños, ya estamos cansado de esos “buenos que salieron muy malos”, perversos y delincuentes de cuello blanco. Muy ricos, en un Estado lleno de pobres.