¡Que conste,...son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

Hay consejos que no dejan de ser certeros y buenos para cualquier edad y para cualquiera de nosotros, éstos que me envía un   muy  estimado amigo, los hemos publicado en otras ocasiones y creo que vale la pena que repitamos, como cuando estamos festejando algo grato o con los amigos y seres queridos. No sé de quién es, pero creo que a todos gustará. Los mejores consejos son los que están basados en la experiencia diaria de muchas vidas. Así que aquí están:

“Cásate con la persona correcta. De esta decisión dependerá el 90% de tu felicidad o de tu miseria.
Observa el amanecer cuando menos una vez al año.

Estrecha la mano con firmeza y mira a la gente de frente a los ojos.
Ten un buen equipo de música.

Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis; busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.

Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que les sobra.

Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.

Evita las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.

Maneja coches que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.

Nunca existe una segunda oportunidad para causar una  buena primera impresión.

No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a nadie que está perdiendo el cabello. Ya lo sabe.

Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche.
Dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza.
Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.

Muestra respeto extra por las personas que  hacen el trabajo más pesado.
Haz lo que creas que sea correcto, sin importar lo que los otros piensen.
Toma de la mano a tu hijo cada vez que tengas oportunidad…. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.

Aprende a ver a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas.
Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.
Recuerda el proverbio: sin deudas, no hay  peligros ni problemas.
No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.
Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo.
El que no sirve para servir, no sirve para vivir.

Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.
Confía en la gente, pero cierra tu coche con llave.

Recuérdate que el gran amor y el gran desafío incluyen también el gran riesgo.
No confundas confort con felicidad.

Nunca confundas riqueza con éxito.

No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reír de tus propios defectos.
No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices.

Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios.
Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que salen en ellas.
No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.

Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a los profesionales y no a los amigos.
Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes tus enemigos. Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino, disfruta mientras lo recorres.