¡Que conste..son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

 NO son pocas las veces de las que hemos hablado y comentado sobre el llamado Bulying,  que no es más que la violencia y las venganzas entre niños y jóvenes que se generan por medio de los más fuertes y violentos o por medio de los grupitos que comienzan a dar un sentido de pandillerismo a la vida de esos niños y es que, cuando volteamos a ver la impunidad, la violencia institucional, la falta de empleo, la corrupción degenerada y cínica con la que se muestran los políticos, funcionarios, sacerdotes, empresarios, policías y delincuentes ,no se puede mejorar el ejemplo que tienen en las escuelas y en las colonias los jóvenes integrados como norma  a una pandilla que se van perfeccionando hasta convertirse en grupos políticos o en grupos de delincuentes organizados en las altas esferas de gobierno o ligados con ellos, por ser parte de la delincuencia común y corriente que sostiene  el y al poder en muchas partes del país.
         El último caso se registra en Tamaulipas donde un grupo de jovencitos de secundaria golpearon en forma tan salvaje a otro niño que lo mataron, lo asesinaron. Y muchos alegan que faltan valores en las casas, que no se permiten desarrollar ejemplos disciplinarios en las escuelas, que en fin, maestros y padres de familia son los responsables por este tipo de visiones, asesinatos y violencia generalizada. Pero la realidad es que el mismo desarrollo que sucede en muchos municipios de Tamaulipas donde la delincuencia es una realidad y es la que tiene bajo su control todo lo que se hace en esa comunidad, ante la falta de valor y control del gobierno municipal o estatal, solamente podemos ver la violencia como forma de vida y como forma de sobrevivencia. Así que, yo recuerdo que, en alguna ocasión, publicamos en uno de los diarios que dirigimos un  reportaje en donde se hablaba con una maestra y con unos policías después de que se descubriera a un grupo de jovencitos agresores que también tenían protección de algunos policías y sicarios, que, al reclamarle al joven su comportamiento violento y aclararle que podía ser merecedor de sanciones y castigos legales, este, sin inmutarse, le contestaba a sus maestros y a los acobardados policías que los acompañaban: “Miren, pinches viejo, a mi me van a hacer los mandados, no me pueden castigar ni expulsar de la escuela por darle su merecido a este pinche chamaquito que me cae muy mal y no paga por su protección, porque viene mi apá y les da un levantón o los manda mucho a chingar a su madre. Así que, mejor, párenle ahí, a menos que quieran que venga por ustedes y no respondemos…”
         Y es que ellos veían cómo, cuando su señor padre, miembro de un grupo de la delincuencia desorganizada llamaba al presidente municipal o al jefe de la policía o al de la judicial o de la federal y los “pedorreaba”, no pasaba de que esos “servidores públicos” que en realidad servían a los fines y protección del viejo o nuevo cápo, solamente agachaban la cabeza y pedían o solicitaban el perdón, los favores o recibían el dinero que les daban por protección y corruptelas y, con este ejemplo, ¿cómo querían que este jovencito tuviera otra forma de comportamiento?.
         En esos pueblos fronterizos donde solamente el respeto por las armas y la violencia es lo que cuenta y vale, no hay clases de moral o de ética que puedan cambiar las cosas, si el mismo gobierno y los políticos en el poder son, no solamente, socios y protectores de los delincuentes, sino que son parte de sus subordinados, los que obedecen y los que acuerdan la protección para que ellos controlen la situación, y por esa razón, los políticos, policías, empresarios, banqueros, y muchos más, solamente esperan recibir los dólares para que la ”vida continué” ,porque como van las cosas, solamente un milagro vuelve  imponer la paz y el orden y se tendrían que eliminar a los funcionarios, político, empresarios, financieros y policías ligados con esos grupos para que se fueran cambiando las cosas y se retornara a lo que llena la boca a los políticos, y que no existe en este país: El Estado de Derecho….
         Y si queremos que el bullying se elimine de la vida en las escuelas, también, deberíamos imponer a los maestros que no dieran esos ejemplos que dan con la violencia que ejercen en sus casas o en la vida sindical. Pero en fin, la verdadera razón de esto es la visión y el ejemplo que brindemos desde la sociedad y desde el poder y es que, cuando vemos que, los políticos y funcionarios, los banqueros o policías , no tienen castigo por sus delitos, tenemos que entender que la impunidad se alcanza con dinero y corrupción o con violencia que afloje cualquier acción  para imponer la razón y la legalidad. Si queremos ser diferentes, tener una familia diferente, una escuela diferente, un gobierno diferente, un estado diferente un país diferente, lo que no podemos ser, es, ser INDIFERENTES y luchar por cambiar las cosas eliminando a los malos y corruptos gobernantes…. Y, a lo mejor, se nos hace el milagrito.