Presidente virtual. presidente electo. legitimación.

  • Jorge E. Franco Jiménez

Andrés Manuel López Obrador presidente virtual de la República que, en unos días, tendrá la categoría oficial de electo conforme a la declaración  que haga el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación una vez depuradas las impugnaciones presentadas, ha modificado radicalmente tanto su imagen, como el trato, la modalidad de sus relaciones y mensajes, consecuencia de qué, pasó del espacio de la candidatura y la contienda por el cargo, a depositario del poder que representará mediante la protesta del cargo que formalizará su ejercicio  como titular del ejecutivo federal.. 

Su peinado, vestimenta, declaraciones y reuniones se adecuan paulatinamente a la figura presidencial que expresamente encarnará el primero de diciembre, resaltando en esta transición algunas acciones novedosas. Como virtual presidente, tuvo una primera reunión con el presidente Peña Nieto que se distinguió por la cordialidad observada en la misma que, si bien no puede decirse que sea un suceso inesperado, ante la experiencia de la época de la primera alternancia  con el Presidente Ernesto Zedillo y Vicente Fox, la reciente revela que, a partir de la formalización de la candidatura de López Obrador, entró en vigor un pacto no escrito entre el mandatario en funciones y el entrante; hipótesis que formulo sobre el supuesto de que, antes de ello, se hizo todo lo que se consideró inhibiría su candidatura, y posteriormente cambio el trato entre ambos personajes.. 

La serie de reuniones, actos, entrevistas y mensajes del presidente virtual y confirma la conjetura la entrevista, también amable, que acaba de tener con Meade ex candidato del Partido Revolucionario Institucional, lo que disipa la apariencia de un encono real entre gobierno federal y López Obrador y entre éste y el candidato perdedor; esta línea sugiere que las reglas no escritas comprometieron impedir la llegada al poder presidencial de la República a Ricardo Anaya y de las corrientes del PRD, PAN y Movimiento ciudadano, que apoyaron su candidatura, estrategia que incluyó el reparto previo que se hizo de miembros de estas tendencia al PRI o a Morena, es decir el complot operó en contra de Anaya de manera evidente en el momento electoral oportuno. 

Otra señal que hace patente lo expresado son las actividades que hacen miembros de un gabinete informal del futuro presidente, como son los relacionados con las funciones de la Secretaría de Gobernación que está y estará a cargo, en principio, de la licenciada Olga Sánchez Cordero, las del comisionado o representante en la comisión negociadora del TLC de Andrés Manuel López Obrador; Marcelo Ebrad en actividades como próximo secretario de relaciones exteriores, Manuel Bartlett en la Comisión de Electricidad; Esteban Moctezuma Barragán en Educación, entre otros, sumadas a las entrevistas que se han llevado a cabo con representaciones de los Estados Unidos y otras naciones. 

La presencia cotidiana que realiza el próximo presidente es intensa y se extiende a las diversas de la administración pública lo que ha venido a disipar la mezcla que hacía en principio, de los pronunciamientos como dirigente efectivo de morena y al mismo tiempo de presidente virtual, respecto de algunas decisiones poselectorales del Instituto Nacional Electoral que le valieron serias críticas  enfocadas ahora, en la figura de sus futuros colaboradores, como la que hacen los Clouthier que son miembros de su equipo respecto de Manuel Bartlett. 

Un tema trascendente es el relacionado con la construcción del aeropuerto internacional que cuestionó severamente en su campaña como candidato, en que propuso la suspensión de dicha obra, y que ha ido matizando en el transcurso del proceso proponiendo tres alternativas de las cuales solo una de ellas lleva consigo no concluirla. Las propuestas son continuarla, adaptar una en otro espacio y que se concluya, pero con fondos no públicos, lo cual conlleva a deducir que la obra del nuevo aeropuerto se continuará y concluirá bajo alguna modalidad financiera. 

Otros asuntos que tendrá que aterrizar mediante mucho dialogo es el vinculado con la descentralización administrativa mediante la supresión de las conocidas como delegaciones federales en los estados, por coordinaciones y el traslado de algunas secretarias a los estados, que son una expresión de descentralización del poder ejecutivo pero que al mismo tiempo se convierten en elementos concentradores de su ejercicio al del régimen de los estados con el riesgo que ello implica para el sistema federal representativo nacional que formalmente se compone de estados libres y soberanos en lo doméstico. 

Las acciones reseñadas de las que los medios de comunicación nacionales y locales dan cuenta en forma amplía implican que cuentan con la venia presidencial la cual formalmente esta limitada en estos mementos hasta en tanto la autoridad jurisdiccional federal haga la declaratoria correspondiente que se vislumbra sea en esta próxima semana con el objeto de que se haga efectiva institucionalmente, la transición al poder, mediante los actos de entrega e informe que necesariamente antecede, tanto en lo político como administrativo, por las diversas dependencias y entidades. 

Esta intensa práctica, la que lleva a cabo Andrés Manuel López Obrador como presidente virtual en el periodo previa a electo y efectivo es novedosa porqué dejó atrás la que tenía que ver con la necesidad de esperar la decisión de la calificación de la elección y entrega de la constancia relativa para legitimar al futuro gobernante; hoy cambió esa percepción pues el voto mayoritariamente expresado en la urnas ha hecho ya ese reconocimiento, es decir ya hay una aceptación sin objeción de que tenemos presidente electo confirmado por la naturaleza propia del ejercicio democrático llevado a cabo el primero de julio pasado, que así le imprimió la voluntad popular sin discusión fortalecida con el reconocimiento inmediato de los que no resultaron ganadores.

Otro aspecto positivo para el sistema electoral democrático en México es que se pulverizó a los partidos preponderantes que venían monopolizando el poder y que el voto ciudadano castigó como razona Fernando Dworak en una publicación en la que describe la naturaleza real de los partidos en México, señala: “Por desgracia parece que nuestros partidos están tan ocupados en repartirse el poder, que no se dan cuenta de su situación. En lugar de emprender un ejercicio de reforma institucional con una verdadera visión de Estado, hasta el momento los cambios que han pactado solo comprueban su capacidad para llegar a acuerdos políticos a nombre de la protección de sus intereses, como en el caso de las leyes electorales. ¿Podrán estos arreglos resistir los momentos de crisis institucional?” 

Esta realidad si es una novedad en la República que seguramente auspiciara, de no contaminarse el próximo equipo con el inmenso poder que confiere el cargo, una mejor ruta de mejoramiento para el pueblo de México. 

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