¡Que conste,...son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

Todo es un escándalo en el país, como si se tratara de que los mexicanos nos acostumbremos a esto en vez de investigar lo que sucede en los temas de la ineficiencia, complicidades y corruptelas que brotan como cerotes en los drenajes profundos de la política. No solamente son los escándalos por la ineficiencia,  transas y vendettas que se dan entre los grupos o los políticos, no importando la filiación política de cada uno, el tema es chingarse a como dé lugar, y lo terrible es que, con esos escándalos, se pretende distraer la atención para que los mexicanos no nos demos cuenta de los robos de recursos, transas, corruptelas y desfalcos que se hacen por medio de éstos políticos y funcionarios, ligados a los empresarios, banqueros y especuladores financieros nacionales e internacionales. Hoy, parecería que Oceonografía solamente defraudó a Banamex ,- Bandamex, dicen los que saben- y no a los mexicanos y a Pemex; como que al ver el nivel de mierda que generaba este drenaje y las consecuencias que podría traer, para hacer una limpia profunda en la gran corrupción en el país, prefirieron ocultar el tema y, para ello, nada mejor que destapar otros escándalos, al fin y al cabo, a los mexicanos, con tantos líos que traemos para sobrevivir, lo que menos nos importa es que nos sigan robando, mientras podamos sobrevivir en este inmenso valle de lágrimas y conflictos.
         Hoy, el nuevo escándalo que nos dejan es la denuncia de que en el Senado de la República, institución que nadie sabe a ciencia cierta para qué sirve o si en verdad sirve, pero de lo que podemos estar seguros es que, para que no se duerman, los señores senadores, en sus curules, dando los malos ejemplos y las críticas, se consumen, solamente  en lo que va del año, un total de dos millones ciento sesenta mil pesos en café, allá por el año del 2009 el consumo se elevó a tres millones ciento dieciocho mil pesos y se dice que este gasto es, para el “suministro y consumibles de cafetería , para el apoyo del trabajo legislativo de las 128 oficinas de los señores legisladores”… pues para chingarse, si no se duermen,  comprobamos que, lo que no quita el sueño es el café, sino la conciencia, y los señores legisladores, lo que menos tienen es conciencia…y bueno, siguiendo las pistas de Blue, con eso que los tecnócratas llaman estadísticas para sacar los promedios y hacernos pendejos a todos, se puede concluir que, cada taza de café, tomada en el seno del senado, cuesta un promedio de 87 pesos, lo que es superior a cualquier tienda de moda cafetera y que, cuando menos, se han consumido 24 mil 685 tazas de café; este es un gran record, porque nos tenemos que imaginar que si el café es un diurético y los señores senadores son, normalmente, viejitos, tienen ya problemas con la próstata y les obliga a ir constantemente al baño, lo que aumenta el consumo de agua, pape higiénico y toallitas para secarse, se reduce el tiempo que, de por si es poco, en las sesiones de trabajo, si hacerse pendejos en el senado, se considera un trabajo…. En fin, la realidad es que los únicos ganones, no son los cafeticultores, no, esos, siguen jodidos, porque los acaparadores son los que ganan y los distribuidores son los que lucran con el manejo de esos contratos cafetaleros que se realizan en el Senado, por medio de los coyotes o intermediarios para que algunos senadores puedan ayudar a sus cuates y cobrar algunas comisiones…
         Y como están las cosas, no creo que vayamos a pasarnos sin tener, cuando menos, una edecán que se convierta en la reina del café en la Cámara, dije Cámara,  no recámara, de Senadores, y es que con tantos escándalos como los que desata de pronto Cuauhtémoc  todos podemos pensar en que si en al PRI del DF se tiene la matriz de las casas de prostitución, operadas como una gran red que incluyen las prestaciones que se les brindan a muchos diputados y senadores, podríamos pensar que, por ese mismo mecanismo o similar, se pueden tener las extensiones en las diferentes zonas, donde operan los funcionarios y políticos en el país. Y es que este tipo de negocios o nichos de negocios, no se habían explotado en tal forma, ni tenían el nivel de grupos integrados de servicios encamables. Los viejos priístas, se quedaron en las casas que administraba, por ejemplo,  “La Bandida”, que generó grandes compositores y muchos políticos que dieron relumbrón a las historias que se cubrían por medio del cine mexicano, pero, desde que los diputados y senadores, cambiaron las pistolas por los celulares, los sobreros por las diademas y las charolas por las polveras, perdimos la ruta de la revolución y entramos a la ruta crítica, propia de los tiempos de la tecno burocracia y desde entonces, pues nos jodimos… no hay la menor duda.