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Por COVID-19, sin asistencia masiva de fieles celebran el Domingo de Ramos en el Rosario

Presbítero Ricardo Vásquez Ojeda, encabezó recorrido del Santísimo Sacramento en esta demarcación municipal y celebración eucarística.

San Sebastián, Tutla, Oaxaca. En cumplimiento a las disposiciones de la Santa Sede así como de la Conferencia del Episcopado Mexicano y de Pedro Vásquez Villalobos, Arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca, por la contingencia sanitaria del Coronavirus (COVID-19), encabezado por el sacerdote de la Parroquia de nuestra Señora del Rosario, Ricardo Vásquez Ojeda, se llevó a cabo el Domingo de Ramos  “De la Pasión del Señor”, con el recorrido del Santísimo Sacramento, con motivo de celebración católica de la Semana Mayor.

Acompañado solamente de algunos colaboradores indispensables, y sin la asistencia de fieles, como medida sanitaria preventiva, a diferencia de otros años, de igual manera han llevado a cabo las celebraciones litúrgicas, por lo que este domingo, encabezó el recorrido por las principales calles de esta demarcación habitacional del Fraccionamiento “El Rosario”.

Los católicos desde sus hogares, dieron testimonio de su fe ante el paso de Cristo Eucaristía, para recibirlo de corazón y con la intención de que este permanezca no solamente en ellos sino en sus hogares y renueve la salud del mundo.

Al escuchar el sonar de la campana anunciando a este santo sacramento, muchos de los fieles, desde el interior de sus domicilios se arrodillaban a su paso, mostrando su fe a través de aclamaciones, bendiciones, agradecimientos y peticiones, particularmente por la salud de todos en este domingo de Ramos, para lo cual, muchos de los ciudadanos y familias colocaron, signos de ramos como palmas, imágenes religiosas y adornos de papel y tela en rojo y blanco frente a sus domicilios así como también otros más lanzaban pétalos al paso del Santo Sacramento y otros más de hinojos daban testimonio de su fe conforme a la tradición cristiana de la Semana Santa.

Algunos más con veladoras entre sus manos, se santiguaban al paso del Santísimo Sacramento, cánticos religiosos arropaban su paso, mismos que hicieron vibrar muchas de las emociones contenidas, a través de sus lágrimas, como un verdadero acto de fe ante esta crisis mundial que aqueja a un sinnúmero de familias y que ha enlutado a muchos hogares y a otros más los tiene postrados en diversos centros hospitalarios o bajo cuarentena domiciliaria.

Como actos de fe, lágrimas de devoción por el Rey de Reyes y mostrando aún más su esperanza en el Señor, aclamándolo y pidiéndole por la salud del mundo, los católicos coreaban “Viva Jesús, Viva el hijo de David”.

Aceptando esta realidad y a invitación del presbítero de esta demarcación, con 18 años de devoción sacerdotal, los feligreses suspendieron, primeramente, las reuniones masivas de culto y sólo algunos cuantos, asistieron a las celebraciones de la Eucaristía, mismas que en éstos últimos días se ha difundido a través de redes sociales para llevar la palabra de Dios a través de la direcciones electrónicas: https://m.facebook.com/Parroquia-de-Nuestra-Señora-del-Rosario-Oaxaca-110410513925800 y,  https://m.facebook.com/history.php?history_fbid=2472705159645700&id=110410513925800, desde las cuales, los católicos dan seguimiento, viven su fe con devoción y responsabilidad.

Con toda solemnidad, en privado, respetando las normas, el presbítero Ricardo Vásquez Ojeda, señalaba: “Esta semana Santa, la estamos viviendo de manera diferente, hemos tenido que cerrar el templo por esta pandemia y pedimos a Dios que nos libre de ella, sabemos que no es fácil para nosotros ni para nadie celebrar de esta manera, estamos acostumbrados que estemos con todo el pueblo sacerdotal.

            Es la Iglesia doméstica la que está viviendo de manera diferente, ojalá esto nos ayude a fortalecer nuestra fe y la unidad familiar, en medio de todas estas cosas, veamos las cosas con esperanza y luz, como esta festividad que se hace con gran aglomeración de fieles pero en cambio, hoy salió Jesús sacramentado a bendecir nuestra parroquia, familias y calles a todos los que fueron aclamando que Jesús los llene de bendiciones”.

Entre las intenciones se pidió por la continuidad de las obras del templo parroquial de este lugar, por todos los enfermos y para que el Señor nos libre de toda esta pandemia; también, por las familias que están pasando por esta crisis que Dios les de fortaleza. Por las instituciones, por los médicos, enfermeras, por todos los equipos clínicos así como por todos los difuntos,

      En este Domingo de Ramos “De la Pasión del Señor”, consistió en dos partes, la primera de Ramos, saliendo Jesús Sacramentado y, la segunda, la pasión del señor. La primera de gozo, alegría y júbilo aclamando a Jesús, al mesías, y posteriormente acompañándolo en su pasión y muerte

En oración, Vásquez Ojeda pidió seguir las enseñanzas del Señor para participar en su gloriosa resurrección. En su homilía, solicitó vivir esta Semana Mayor en familia, solidarizándose con Jesús, viviendo de cerca su pasión de manera personal y familiar. “Ofrezcamos y purifiquemos nuestra vida y espíritu, necesitamos acercarnos a Dios y pedir perdón por los pecados cometidos. No nos alejemos en el Señor, no nos esclavicemos en el pecado, liberemos y seamos participes de la nueva alianza para el perdón de los pecados.

Somos parte de la Iglesia y somos privilegiados porque a partir de nuestro bautismo DIos nos llenó de su vida, gracia y somos hijos de Dios. Vivamos su sacrificio a través de buenas virtudes, con la eucaristía, porque aquí nos da tristeza no poder estar todos reunidos, pero Jesús nos sigue ofreciendo su cuerpo y su sangre de manera espiritual y podemos hacer la comunión para recibir a Cristo en sus corazones.

Hay muchas personas de conciencia que quieren recibir a Jesús, muchos se pusieron de rodillas, otros más fueron indiferentes a su paso -aludía, en relación al recorrido previo-, hace falta que hagamos conciencia de nuestra fe. Abramos nuestro corazón a Cristo, escuchemos su evangelio y aprendamos las enseñanzas y misericordia de Jesús.

Esta Semana Santa, concluía, acompañemos a Jesús a través de la meditación de Evangelio y pasando todo esta situación sanitaria, participemos en la alegría y el gozo,  Jesús camina con nosotros, es nuestra seguridad para seguir adelante y pedimos que nos cuide y proteja de esta enfermedad para vivir una vida nueva, aprendamos y corrijamos nuestra vida, cambiando nuestro corazón, renovándonos para ser gratos a Dios y alcanzar nuestra salvación”.(JJE)

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