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EEUU se queda sin petróleo para refinar tras sanciones de Trump a Venezuela

Ha provocado un efecto dominó en el mercado energético mundial.

Las sanciones de Estados Unidos a la compañía petrolera nacional de Venezuela han acelerado el colapso sin precedentes de su producción petrolera y han provocado un efecto dominó en el mercado energético mundial.

Las sanciones, que fueron anunciadas el 28 de enero en un intento por acelerar la salida de Nicolás Maduro, han puesto a las refinerías de la costa del Golfo en Estados Unidos a buscar fuentes alternativas para el crudo pesado que solían obtener desde Venezuela.

Y Venezuela, que hasta el otoño pasado era el importador número cuatro de crudo a Estados Unidos, solo por detrás de Canadá, Arabia Saudita y México, se vio obligado a encontrar nuevos clientes y nuevas formas de diluir su crudo muy pesado para prepararlo para la exportación.

“Las sanciones ya están teniendo un efecto paralizante en los suministros de petróleo”, escribió Ryan Fitzmaurice, estratega de energía de Rabobank, en un informe a clientes, la semana pasada.

El crudo pesado suele ser más barato que el crudo ligero, pero su demanda se ha vuelto tan intensa que de repente se está negociando con una prima por sobre los barriles más ligeros. Las refinerías de la costa del Golfo de Estados Unidos, lideradas por Citgo, Chevron y Valero, mezclan el crudo pesado con barriles más livianos, que se hallan en los campos petroleros de esquisto estadounidenses, para producir gasolina, diésel y combustible para aviones.

Mientras tanto, el gobierno de Venezuela, que depende de las exportaciones de petróleo para obtener el 90% de sus ingresos, está buscando otros clientes para su crudo. El ministro de petróleo de Venezuela, Manuel Quevedo, viajó a India la semana pasada en un aparente intento por recabar apoyo.

“Están batallando por encontrar compradores para su crudo”, dijo Matt Smith, director de investigación de materias primas de ClipperData.

Doble golpe para Venezuela

Venezuela está en medio de una crisis humanitaria masiva. Millones de personas no pueden obtener suministros básicos, lo que ha provocado hambre y enfermedades.

La industria petrolera del país, su principal fuente de ingresos, está en fuerte declive. La producción petrolera de Venezuela cayó de 2.4 millones de barriles por día en 2015 a solo 1.34 millones a fines de 2018, según la firma de investigación Rystad Energy.

“Esta caída libre está destinada a continuar en 2019”, escribieron analistas de Rystad en un informe reciente.

Las sanciones de Estados Unidos son un doble golpe para Venezuela.

Estados Unidos no solo era el cliente número uno de Venezuela, sino que era su principal fuente de nafta, la mezcla de hidrocarburos líquidos utilizada para diluir el crudo. Sin él, el crudo pesado de Venezuela no puede ser fácilmente transportado. Rystad Energy pronostica que algunos operadores en Venezuela se quedarán sin diluyente en marzo.

Los precios del petróleo en Estados Unidos han subido casi 5% desde que se anunciaron las sanciones. El brent, el índice de referencia mundial, ha subido 8%. Pero los analistas no creen que Venezuela sea la razón principal de la racha alcista del crudo. En cambio, apuntan a los recortes de producción de la OPEP más profundos de lo esperado, la agitación en Libia y el tono alcista en los mercados financieros mundiales a medida que se desvanecen los temores de una recesión.

“El rally ha sido impulsado principalmente por los recortes de la OPEP y otros”, dijo Artyom Tchen, experto en Venezuela de Rystad Energy. “La mayor parte del riesgo venezolano ya había sido considerado en el precio desde hace mucho tiempo”.

Arabia Saudita, otra fuente importante de crudo pesado, ha sido especialmente agresiva al reducir sus envíos a Estados Unidos. Los analistas dicen que eso se debe a que los datos transparentes y oportunos de Estados Unidos hacen que esos recortes sean inmediatamente claros para los operadores de petróleo.

“Ahí es donde obtienen más por su dinero”, dijo Smith.

'Planificación ante contingencias'

Los refinadores de la costa del Golfo de Estados Unidos están tratando de encontrar formas de reemplazar los barriles de Venezuela.

A principios de este mes, el presidente ejecutivo de Chevron, Mike Wirth, dijo que la compañía activó su “plan de contingencia” para mantener el suministro en su refinería de Pascagoula, Mississippi, que funcionaba con un promedio de 70,000 barriles por día de crudo venezolano.

“Estamos trabajando activamente para asegurarnos de seguir suministrando combustibles y lubricantes de alta calidad a nuestros clientes en Estados Unidos”, dijo Chevron en un comunicado a CNN Business.

Valero ha cesado por completo su importación de crudo desde Venezuela y lo ha estado sustituyendo con petróleo de otros lugares de América del Norte. Antes de las sanciones, Valero recibía una quinta parte de su crudo pesado de Venezuela.

“Ciertamente tenemos la esperanza de ver una pronta solución a la crisis, no solo para el beneficio de los mercados de crudo, sino también para el bienestar de la gente de Venezuela”, dijo Gary Simmons, vicepresidente senior de suministros y operaciones internacionales a los analistas, el 31 de enero.

Las compañías petroleras occidentales que se asociaron con PDVSA han quedado atrapadas en medio del conflicto.

La francesa Total dijo recientemente que sus cuentas bancarias estaban bloqueadas. La compañía también evacuó a sus trabajadores extranjeros de Venezuela, informó Reuters . Total no respondió a una solicitud de comentarios.

Chevron dijo que sus operaciones en Venezuela continúan y que la compañía está “comprometida con el desarrollo energético del país en cumplimiento de todas las leyes y regulaciones aplicables”.

Citgo Petroleum, la refinería con sede en Houston que es propiedad de PDVSA, puso en espera una remodelación de 685 millones de dólares a una refinería en Aruba debido a las sanciones de Estados Unidos, informó Reuters el lunes.

La caída libre de Venezuela continuará

El mundo petrolero se está preparando para que se profundice el histórico colapso de la producción petrolera de Venezuela debido a la crisis y las sanciones de Estados Unidos.

“Es poco probable que Maduro se vaya sin pelear, lo cual prepara el escenario para una prolongada lucha por el poder que probablemente conducirá a una disminución sostenida de la producción, si la historia sirve de guía”, dijo Fitzmaurice. “Seguimos muy convencidos de que los precios están infravalorados debido a la incertidumbre actual de la oferta”.

Rystad Energy espera que la producción petrolera de Venezuela disminuya de 1.34 millones de barriles por día en 2018 a solo 1 millón de barriles este año y 890,000 barriles en 2020. Si Venezuela no puede compensar el impacto de las sanciones de Estados Unidos y asegurar un nuevo financiamiento, su producción podría disminuir a 680,000 barriles por día en 2020, estimó Rystad.

Es un descenso impresionante al considerar que Venezuela tiene más reservas probadas de petróleo que cualquier otra nación en el planeta.

Con información de Expansión. 

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