La controversia México Estados Unidos. Factor de decisión política

  • Jorge E. Franco Jiménez

México transita en una vorágine de declaraciones amenazantes, órdenes ejecutivas y acciones del Presidente de los Estados Unidos que han trastornado política economía y de los migrantes mexicanos y de otras naciones creando una situación de incertidumbre que indujo la reacción de los sectores público, privado, social y organizaciones civiles en contra de tales medidas sustentado en la unión de los mexicanos en defensa de la soberanía y dignidad de la Republica adicionándose voces de apoyo en torno al Presidente Enrique Peña Nieto. 

Las expresiones de unidad nacional en nuestro país son oportunas si se toma en cuenta que, en paralelo, el pueblo de México mostraba irritación y rechazo a la política de incrementos decretada por el Gobierno Federal que estaban causando una segmentación de los diversos sectores, por lo que esta controversia binacional excitó un efecto positivo el de la unidad de la ciudadanía y sus sectores en torno a las instituciones nacionales incluyendo la Presidencia de la República, pero con un factor de mayor impacto, la defensa de la soberanía cimentada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que recoge sus anhelos aun incumplidos o distorsionados, como expresión del muro que, en su aniversario,  protege el territorio y la dignidad de los mexicanos. 

En este complicado tránsito se perdió de vista la entrevista y conversación privada que, como candidato, sostuvo Donald Trump con el Presidente Peña en México de la cual se desconocen los acuerdos que hayan alcanzado bajo la premisa de su futuro triunfo como ocurrió, lo que permite deducir que el Ejecutivo Federal tenía ya datos duros de los pronósticos sobre el resultado de la elección en esa nación. 

Hasta la fecha existen espacios obscuros, corolario de la secrecía de los diálogos privados entre ambos Presidentes que impide conocer los resultados condicionados al triunfo del visitante, pero previsibles si se vinculan con sucesos posteriores que tienen efectos en la alta burocracia policía mexicana como fueron la renuncia del Secretario de Hacienda Videgaray seguida de su designación como Secretario de Relaciones Exteriores mismo que hoy conduce la ruta de la negociación y que impuso el cambio inmediato del embajador mexicano ante los Estados Unidos . 

La información que fluye día a día en los medios es impactante aún frente a la declaración de Carlos Sada, Subsecretario de Relaciones Exteriores, en cuanto a que no existe una persecución masiva de mexicanos, no obstante que se advierte un trato agresivo y violatorio de derechos humanos fundamentes, como ha sucedido con los allanamientos domiciliarios, actos respecto de los cuales se han pronunciado los expertos en materia. 

Las técnicas de detención y deportación de indocumentados mexicanos y de otros países se recrudece con nuevas órdenes ejecutivas del Presidente Norteamericano para eludir las decisiones judiciales que han detenido las emitidas al inicio de su gobierno prohibiendo el acceso a los Estados Unidos, de personas identificadas como musulmanes; ahora se anuncian otras vinculadas a la expulsión de latinoamericanos a la frontera próxima que es la de México, expectativa que puede constituir un problema difícil para el Gobierno Nacional. 

Estas últimas determinaciones, de aplicarse, ponen al Gobierno Federal Mexicano en un esquema complejo para enfrentar el arribo de los migrantes expulsados en su frontera. Una opción es rechazarlos y no admitirlos, pero ello sería contrario a lo que ahora se exige en el trato de los connacionales en los Estados Unidos; de aceptarlos el Estado Mexicano adicionaría una carga financiera en tiempos de restricciones presupuestales.

Sin embargo, de la visita realizada por los Secretarios de Estado Tillerson y Kelly,   que dentro de la esfera de sus funciones y responsabilidad, tienen a su cargo las políticas de migración y seguridad, así como los comunicados divulgados al finalizar las conversaciones con sus pares de México Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio así como con el Presidente Enrique Peña Nieto de advierte que la tensa situación inicial entró en una etapa de distensión al comprometerse la no militarización ni la deportación masiva de mexicanos con violación de sus derechos humanos. 

Lo anterior se deriva de lo difundido en los medios de comunicación en el sentido de que: “El Secretario de Seguridad Interior de los Estados Unidos, John F. Kelly afirmó que “no habrá deportaciones masivas de inmigrantes y se respetará la dignidad humana. Todo lo que hacemos es legal, según nuestro sistema jurídico. Las deportaciones se concentrarán en elementos delictivos y no se van a utilizar fuerzas militares en operaciones migratorias”, aseguró. A su vez, el secretario de Estado, Tillerson manifestó que ambos países deben tomar acciones para modernizar la frontera. “Lo que se busca es mantener la ley y el orden en la frontera y acabar con las redes que introducen drogas”. 

En congruencia Luis Videgaray y Miguel Osorio coincidieron en que se trata de los primeros pasos que son muestra de la necesidad de culminar en acuerdos que beneficien a México y los Estados Unidos. De este entramado binacional es posible concluir que la situación de colisión de múltiples asuntos entre ambos países tiene un alto grado político que incide que el proceso de selección del candidato a la Presidencia del Partido Revolucionario Institucional que pueda compaginarse, de ganar la elección, con una relación bilateral encaminada, desde ahora, a evitar un daño mayor a México y satisfacer las inquietudes de la administración americana en los rubros controvertidos. 

A ello no escapa que Videgaray encabezara los trabajos en donde su visión es la que prevalece como eje del éxito en favor de México en este período inicial de la ronda de negociaciones, lo que de transitar en ese sentido, cargaría los dados en favor del Secretario de Relaciones Exteriores, mejoraría el puntaje de la imagen del Presidente Peña y desde luego impulsaría una alta posición electoral del Partido Revolucionario Institucional, bajo el principio político de que hay que votar por el que se lleva bien con el que manda y dispone de los recursos.

Así lo confirman las palabras del Canciller Mexicano cuando expresa: “…refirió que la mediación de la SRE y el Departamento de estado de Estados Unidos será el eje principal para alcanzar un diálogo de carácter integral, un diálogo que incluirá varios temas, resaltó. “Será un largo camino el construir acuerdos con EU”, reiteró, pero se trabajará en acuerdos en beneficio de los mexicanos y también de Estados Unidos. 

Estos sucesos se ciñen con las reducciones del precio de las gasolinas y la paridad del dólar que parecen confirmar que la política del Presidente Peña es la acertada, si se mantienen esos parámetros sensibles a la baja en sus variaciones diarias. 

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