En Texcalac la muerte tiene permiso

  • Carlos Noé Sánchez Rodríguez

     En el poblado de Texcalac, municipio de Apizaco perteneciente al estado de Tlaxcala, en el año 2005 se encontró de repente en una presa cercana, casi 400 mil peces muertos,  el caso fue ampliamente informado por la prensa local, ya que causo graves pérdidas a los lugareños que se dedicaban a la pesca como su principal actividad productiva. En esa época, la Coordinación de Ecología del Estado de Tlaxcala, después de bastante tiempo, publicó, en forma escueta que había descubierto (después de una sesuda investigación) que la muerte de los peces se debía a la grave contaminación provocada por las descargas de las aguas residuales de algunas fábricas ubicadas en Ciudad Xicoténcatl, y del corredor industrial de Xalostoc. Este ambiente dejó sin fuentes de ingresos a las familias humildes que vivían de la pesca, y  preocupación a todos los pobladores y porque además nunca se reparó del todo el daño causado, y después  no se volvió a decir nada, pero nunca se hizo algo  a pesar de que era más que evidente que la contaminación  tiene su causa y por lo tanto también su solución.

          Pero ahora el problema se ha agravado, pues ya no son los peces únicamente las víctimas de la contaminación, sino los pobladores mismos, pues se ha desatado prácticamente una epidemia de males, sobre todo de tipo renales que están afectando sobre todo a las personas jóvenes, pues se habla que ya hay más de 100 casos de padecimientos, entre las más comunes están los que causan insuficiencia renal, y ya empiezan a cobrar vidas humanas entre la población, además del gasto de recursos para atender a los que ya padecen estos males.

      Los análisis químicos y bacteriológicos de las aguas que fluyen en la barranca denominadas San Cosme y Sambrano, cercanas a la comunidad de Santa María Texcalac, tienen, según estos análisis efectuados por el laboratorio nacional de referencia de la Comisión Nacional del Agua,  concentraciones coliformes fecales muy superiores a la estipulada en la normatividad vigente para todos los usos, tienen además concentraciones de oxígeno disuelto que acusan ausencia total de vida acuática en los cuerpos de agua, y todavía más, las descargas industriales analizadas presentaron concentraciones superiores a las estipuladas en la NOM-001-SEMARNAT-1996, se encontró dice el análisis físico químico niveles de toxicidad muy elevados >4 UT, aunado a esto se encontró substancias orgánicas como el 2,4 Dinitrotoluen, Bis(2-etilexil)ftalato, 2,4diclorofenol, 2,4,6,triclorofenol, Hexacloro ciclopentadiero, Pentacolorofenol, todos estos altamente toxicos y en gran concentracion. Y hay sospechas fundadas de la existencia de hexacolorobencenos (HCB), de policlorodibenzodioxinas(PCDD) compuestos sumamente toxicos de las descargas de las fabricas Polaquimia-Metapol-Forjas Spicer y otras asentadas en el corredor Xalostoc.

     Y surge la pregunta ¿y las autoridades como CONAGUA, SEMARNAT y ECOLOGIA que han hecho? nada o casi nada, a pesar de que tienen ampliamente documentado esta situación, y a pesar de que tienen los mecanismos legales para actuar en consecuencia, pues las más peligrosas residuos son las descargas de las aguas residuales de las fábricas, y si bien ellas dicen tener plantas tratadoras de aguas residuales, se puede deducir que son totalmente incapaces de eliminar los residuos tóxicos, o lo que es peor, para economizar gastos no las ponen a funcionar.

        Este tema demuestra con claridad dos cosas: que el capital, en su afán de obtener grandes ganancias, que  benefician sólo a los empresarios, no les basta con quedarse con la plusvalía extraída a sus propios obreros, que en México es una de la más altas del mundo con la consecuente sobreexplotación de la mano de obra que tienen los salarios más bajos del orbe, sino que además hacen todo lo posible por obtener menos gastos a costa de lo que sea, como en este caso, a costa de envenenar el ambiente y causar enfermedades y muerte entre la población, pues se niegan totalmente a invertir en mejorar sus activos para dejar de contaminar.

     Y la otra, la colusión del gobierno y sus instituciones con los empresarios, mediante diferentes formas y arreglos, que van entre la falsa idea de que hay que permitirle todo al capital para que no se vayan, incluso la violación de leyes que protegen a la población, hasta la corruptelas y protección para que las industrias puedan ahorrar gastos y sigan envenenando el ambiente, y matando a seres humanos.

    Y también muestra la deshumanización de la sociedad en su conjunto, del poco interés que tienen los dueños del dinero y del poder por la vida humana, y todos los que de una u otra manera intervienen en este problema, pues a pesar de que ya tiene varios años de estar presente y que ha sido del conocimiento de muchos actores políticos, nadie mueve un dedo para parar esta especie de asesinato  colectivo.

     Por ello sigue siendo vigente la teoría de que para liberar al pueblo de sus males, sólo lo puede hacer el pueblo mismo, no puede estar esperanzado en que alguna autoridad o algún mesías lo haga por él, nada más se necesita un requisito, el pueblo tiene que estar organizado y unido, sólo así podrá salvarse y con ello toda la sociedad entera, incluido los dueños del poder y del dinero.