¡Que conste..son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

A LOS seres humanos se nos olvidan muchas cosas y la prisa por resolver pequeños problemas cotidianos nos hacen perder el piso y la ruta, nos hacen ser egoístas, mediocres, cobardes, miedosos, no tenemos fe porque estamos obsesionados en lo que no tenemos o en lo que queremos antes de observar cual es el comportamiento natural de las cosas. Pensamos más en lo que nos falta o no tenemos que en agradecer por la vida y por lo que debemos agradecer y  que ya tenemos o gozamos. Por esa razón, cuando me enviaron un bello poema de  Joseph Rudyard Kipling, nacido en Bombay en 1895 y muerto en Londres en 1936, sentí que, por alguna razón, llegaba a mis manos y me puso a reflexionar, pero sobre todo, me permite volver a reenfocar pasos perdidos y rumbos extraviados.

NO DESISTAS:
“Cuando vayan mal las cosas como a veces suelen ir,
cuando ofrezca tu camino solo cuestas que subir,
cuando tengas poco haber pero mucho que pagar,
y precises sonreír aun teniendo que llorar,
cuando ya el dolor te agobie y no puedas ya sufrir,
descansar acaso debes ¡pero nunca desistir!
Tras las sombras de la duda
ya plateadas, ya sombrías,
puede bien surgir el triunfo no el fracaso que temías,
y no es dable a tu ignorancia
figúrate cuán cercano
puede estar el bien que anhelas
y que juzgas tan lejano.
Lucha, pues por más que tengas
 en la brega que sufrir,
cuando todo esté peor,
MÁS DEBEMOS INSISTIR”

Hoy mismo recordaba que, por ejemplo, hay muchos amigos o gentes normales que nos conocen que buscan compartir sus quejas, problemas, historias desastrosas o de terror y miedo, de angustia, que hacen juicios para y con los demás, que andan no solo extraviados sino acongojados, temerosos y dispersos y quieren que los escuchemos, y hay que hacerlo, pero pensando en que si ellos quieren lanzar todo eso que no entienden o que les frena su crecimiento y angustia a un basurero, no seamos nosotros ese cubo de basura y tenemos que procurar que menos lo  sea nuestra mente.

Así la vida nos enseña que debemos pagar nuestras deudas o exigir que nos la paguen u optar por dejarlas ir, si ya es imposible el cobro y esto, si bien nos puede lastimar, cuando menos nos deja con energía para construir y no la duda, ni las emociones encontradas por no hacer lo que debemos sino por fallarnos a nosotros mismos, y esos que nos roban o que no nos pagan, saben al final de cuentas, todos los días, que están mal y que deben algo y los consume la culpa y el rencor o los remordimientos, así que debemos sentarnos a evaluar lo que en verdad queremos, efectivamente, cuando las cosas van mal, es cuando más debemos de insistir en lo bueno y en el camino que queremos. Y así podremos cumplir con las promesas y, si no hemos cumplido, preguntarnos por qué razón no lo hemos logrado, no importa que sean para otros o para nosotros mismos, siempre tenemos derecho a cambiar no solamente de opinión sino de camino y disculparnos con consciencia, buscando nuevas alternativas, a renegociar nuestra existencia y aprender a decir NO, desde un principio si es que vemos a dónde vamos y dónde estamos, conciencia y alerta del momento, no del pasado ni del futuro…. Solamente así, podremos ser, a lo mejor, mejores, pero cuando menos podremos obtener fuerza y energía y valor para continuar en el camino o, cambiando el mismo si es necesario…sin desistir e insistiendo.