Ciudad de México.- Los gobiernos estatales no son austeros. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) reveló en un nuevo estudio que el gasto burocrático aumentó en 11 por ciento, con un gasto adicional de 62 mil millones de pesos durante 2017.

Al presentar el Índice de Información del Ejercicio del Gasto 2018 (IIEG 2018), el instituto indicó que en 2017 los estados presupuestaron un gasto burocrático, es decir, en salarios, materiales y servicios generales, por 569 mil 626 millones de pesos.

Sin embargo, el monto ejercido en ese rubro fue de 631 mil 674 millones de pesos, lo que implicó un gasto mayor al presupuestado por 62 mil millones de pesos.

Juan Pardinas, director general del IMCO, advirtió que el hecho de que prácticamente la mitad de los Congresos estatales cuenten con mayoría de legisladores de Morena, un partido que promueve la austeridad, no garantiza que se vaya a terminar el derroche presupuestal en gastos de la burocracia.

"Cuando hay un gobierno de mayorías en congresos se pierden contrapesos, esto si además es un gobierno que se asume mecánicamente honesto por el simple hecho de pertenecer a la fuerza hegemónica, ya sienten que son actos de honestidad. La honestidad no te la dan 30 millones de votos, la honestidad te la garantiza el buen ejercicio del gasto público", afirmó Pardinas.

El IIEG muestra que 26 entidades gastaron más de lo presupuestado, 13 de ellas gastaron al menos 15 por ciento más, aunque hubo entidades como Jalisco, Guerrero y Oaxaca que reportaron variaciones superiores a 40 por ciento en el gasto burocrático.

Jalisco fue el estado que en 2027 reportó la mayor variación en gasto burocrático, toda vez que presupuestó 21 mil 113 millones pero ejercido 40 mil 418 millones de pesos.

Le siguen Guerrero que presupuestó 6 mil 293 millones de pesos y ejerció 9 mil millones de pesos (44 por ciento más) y Oaxaca que presupuestó 6 mil 438 millones de pesos pero en realidad gastó 9 mil millones de pesos (40 por ciento más).

En contraste, los estados que gastaron menos de lo presupuestado el año pasado en este rubro fueron el Estado de México, Aguascalientes, Nuevo León, San Luis Potosí e Hidalgo.

Diego Díaz, investigador del IMCO, señaló que los sobreejercicios de gasto burocrático estatal no se limitan a un año, "son sistemáticos, si los estados hubieran ejercido lo que dijeron en sus presupuestos de egresos para gasto burocrático, en los últimos tres años (2015-2017) habrían ahorrado 226 mil 577 millones de pesos".

Manuel Guadarrama, coordinador del área de finanzas del IMCO, dio algunos ejemplos de derroche presupuestal, entre los que destacan el caso de Guerrero y su gasto en ceremonias, ya que el estado presupuestó sólo 20 mil pesos pero al cierre de 2017 se observó un gasto ejercido de 134 millones de pesos, "una diferencia de 645 mil 946 por ciento".

Carolina García, investigadora de IMCO, indicó que para evitar el sobreejercicio del gasto, el instituto tiene como principal propuesta que se establezcan controles a las modificaciones presupuestales de los poderes ejecutivos estatales, a fin de limitar el aumento desproporcionado de su gasto administrativo.

"Si un gobierno estatal requiere modificar su gasto para alguna partida en más del 15 por ciento, debería tener la aprobación del Congreso local", puntualizó.

Pardinas criticó también la reciente aprobación por parte del Congreso de Tabasco a las leyes de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las mismas, así como a la de Adquisiciones, Arrendamientos y Prestación de Servicios, las cuales facilitarían las obras de construcción de la nueva refinería en Dos Bocas se adjudiquen de manera directa.

"Entonces vemos lo que pasa en Tabasco con la Ley de Obras Públicas que podemos llamarla la ley de mi compadre. La asignación directa como quedo en esa ley es la maña directa y no hay honestidad en ese proceso", sostuvo.