Fuentes Confiables...

  • Xenón Bravo

¿Quién los mandó a matar…..? Ayer cuando Marcos Torres Pereda, hermano del extinto Catarino Torres Pereda y del actual líder estatal Gaudencio de los mismos apellidos, gritaban a todo lo que daba su pulmón para exigir justicia sobre la muerte de su hermano, se me vino a la mente lo que hacíamos durante el gobierno del tristemente Carlos  Salinas de Gortari en los 90´s. Al menos en la ciudad de Tuxtepec, se levantaron muchas organizaciones en ese sexenio del crimen y del robo del siglo. Hoy casi todos están muertos y se presume que quien los mando asesinar fue el mismo sistema…  La masacre en Iguala se ha convertido en la imagen atroz de la violencia provocada por un estado neoliberal corrupto que reprime con brutalidad a toda resistencia social. Las imágenes de los estudiantes asesinados y desollados por policías y gobernantes, recorren los periódicos y redes sociales del mundo, generando un escándalo que ni Televisa y TV-Azteca pueden ya disolver. Difícilmente hay algún actor político que no haya manifestado su llamado a la justicia. Hasta la OEA y Estados Unidos han salido a exigir que se castigue a los culpables de la masacre de Iguala. El PRD pide perdón de manera pública por haber incorporado a criminales en sus estructuras, mientras que el PRI y los otros partidos buscan sacar agua para sus molinos, llamando a que el asunto “no se politice”. Hipocresía, es la actitud de fingir opiniones, acciones y sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o ejercen. El hipócrita busca aparecer siempre como aquél que tiene la postura correcta, la serena, la bondadosa, cuando en el fondo, y en la oscuridad de lo cotidiano, hace lo contrario. Hipócritas son el PRD y su dirigencia que finge pedir perdón cuando ha mantenido durante años una política donde todo aquél que pueda ganar, así sea un narco, un corrupto o un traidor, puede ser parte de su equipo, incluyendo al actual gobernador de guerrero Ángel Aguirre que en el 2012 reprimió brutalmente a los estudiantes que hoy condoloce. Hipócritas son el Presidente Peña Nieto y su partido que se lavan las manos cuando tienen una lista de escándalos por violaciones de derechos humanos en todos los estados donde han gobernado y que durante décadas han intentado desaparecer junto con las normales rurales de este país. Hipócritas son aquellos opinadores de los grandes “medios de comunicación” quienes hoy se conmueven y asustan de los excesos de la represión, pero no de la represión misma, la cual han justificado en muchos otros momentos contra los normalistas de Ayotzinapa y de muchas otras partes del país.


Para muchos periódicos la nota fue que el perredista Cuauhtémoc Cárdenas fue agredido o que algunos encapuchados “anarquistas” cerraron la avenida Insurgentes. Ambos actores secundarios de un movimiento popular que tiene razones para abuchear a Cárdenas y también para deslindarse de aquellos grupos que alimentan ingenua o perversamente el morbo de las televisoras. Y sin embargo, el 8 de octubre hubo más de 64 marchas en varios estados del país y en varias ciudades del mundo. Son voces de amplios sectores indignados que alzan mantas como “Los asesinos están en palacio” o “Si no hay justicia para el pueblo no haya paz para el gobierno”. Son marchas nacidas desde las redes, y desde el movimiento que resiste. La demanda por ahora parece inminente: justicia y aparición con vida de los 43 estudiantes secuestrados. Justicia es castigar a los culpables materiales e intelectuales, y la lista no termina con esos policías y alcaldes corruptos, sino que asciende hacia la estructura de esa clase política hipócrita que hoy se indigna y dice condolerse de su violencia estatal. Como no recordar otros momentos de la historia de este país y de Latinoamérica, cuando el hartazgo se desbordaba en un "¡Que se vayan todos!” y que en México debería empezar por la renuncia de Aguirre gobernador de Guerrero, de Plasencia de la CNDH y de Peña Nieto de esa presidencia secuestrada. Las actuales marchas, mítines, bloqueos, plantones y protestas generalizadas en el país, son de dolor y de un grito que lleva años acrecentándose. No olvidemos que los ríos pasan desaparecidos hasta que se desbordan. ¡Basta de hipocresía!, que salgan a la luz los expedientes pasados de aquellos gobernantes que hoy fingen luto. Llevemos la organización y la movilización a las escuelas, oficinas y fábricas. Apliquemos con astucia los manuales para una desobediencia civil de manera más contundente. Por nuestra parte, alzamos nuestros trabajos de medios para difundir entre los sectores populares de esta ciudad y del país, y cerramos filas con los compañeros normalistas de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) y con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Para exigir: LES ADELANTAMOS UNA CALAVERITA… Este burro copetón ha incurrido en un delito: el comprarse un “avioncito” ¡Ah, reverendo cabrón...! Quiere lujo, ostentación, Cual si fuese un gran sultán; pero el pérfido Satán le ha endosado senda marca, ordenándole la Parca que se lleve a este rufián…  No tiene rima a propósito, para que usted se lo ponga jejejeje… y hasta la próxima mis chavos… [email protected]